Como te lo cuento:: February 2009

Tuesday, February 24, 2009

DE LA BISABUELA QUE SE QUEDÓ SORDA POR NADAR EN UN LAGO Y FUE REPUDIADA POR SU NOVIO

Leónidas nunca supo si realmente le gustaban más las mujeres o la cocaína. Afortunadamente, la vida no le había hecho elegir. El día de su boda se levantó con aire a desgracia pesándole en la cabeza , pero se tranquilizó pensando que el desastre y la ginebra se asientan igual en el alma. “¡Qué juerga la de anoche, Daniela!” – le dijo a su prometida, justo cuando ésta abría la puerta. “Te recuerdo que me llamo Rosita” – contestó ella. Después se le acercó a los labios hasta que se les juntó el aliento y chasqueando la lengua le disparó entre las cejas. La venganza sonó tan alto que atravesó tímpanos y cristales antes de escapar a la calle, romperle los huevos frescos a la niña del tendero, parar la mano al cura que iba a cambiar testamento, agarrarse al corazón del cartero más viejito del pueblo e irse con él a morir a las orillas del lago del valle, ese recién nacido tras la helada del último invierno.

Salió Rosita tranquila y lenta, manchada de sangre y odio, y no paró hasta que el agua le tocó los tobillos blancos. Estuvo nadando durante horas.

No le extrañó no oír ningún ruido, ni sentir frío alguno.