PUZZLE
Abro la caja. Esparzo el juego. Enfrento las piezas.
Mañana te fuiste; hoy pareces empeñado en quedarte. Posas tu lengua en mi lengua, imprimiendo cosas que ya me atrevo a interpretar. Contigo siempre hay que atreverse. Papila gustativa sobre papila gustativa; extraña manera. Me recorres por dentro cuando aún no nos conocemos por fuera. En silencio.
Hoy no has venido y ayer tampoco lo harás. Me llenas y no me sacio. Justo al sospechar que no me conoces te siento caminando a través de mi. Discuto hoy para que comprendas mañana. No he comenzado a llenarte y ya te sacias. Conmigo también hay que atreverse.
Hace cuatro años ya estabas. Hace cuatro años que estás. Dentro de cuatro siglos seguirás aquí. La ventaja de vivir entre dudas es que uno aprende a reconocer la certeza. Te miro y tu cara me sugiere: “Cayeron las cortinas como rejas, como piezas de puzzle”. Te miro, insisto, y me imagino a mí misma..mirándote. Me pregunto cuánto de mí hay en nosotros. Entre nosotros, separándonos.
Hoy estás. Ayer estabas...¿te acuerdas?. Me tienes pero no consigo entendernos, porque no consigo...No deberíamos ser pero somos. Veo tantos imposibles, y sin embargo es. “Es”: suena a trozo de palabra, a parte de foto, a principio de cuento. Huele a ti.
Mañana no importa, no quiero hablar de mañana. Pensemos una vez más en ayer. Me abres, y cuando lo haces pienso que ojalá pudieras hacértelo a ti. Me agarras. Te agarras. ¿A qué?. Te observo y mi mirada te hace perfecto. Te enamora saberte así. Eso no lo sabes. Me libero de ti y me entrego. Entera. Nueva. Imperfecta yo. Ya vivida antes y distinta cada vez. Sola...no pareces darte cuenta.
Abres la caja. Esparces el juego. Enfrentas las piezas.
Mañana te fuiste; hoy pareces empeñado en quedarte. Posas tu lengua en mi lengua, imprimiendo cosas que ya me atrevo a interpretar. Contigo siempre hay que atreverse. Papila gustativa sobre papila gustativa; extraña manera. Me recorres por dentro cuando aún no nos conocemos por fuera. En silencio.
Hoy no has venido y ayer tampoco lo harás. Me llenas y no me sacio. Justo al sospechar que no me conoces te siento caminando a través de mi. Discuto hoy para que comprendas mañana. No he comenzado a llenarte y ya te sacias. Conmigo también hay que atreverse.
Hace cuatro años ya estabas. Hace cuatro años que estás. Dentro de cuatro siglos seguirás aquí. La ventaja de vivir entre dudas es que uno aprende a reconocer la certeza. Te miro y tu cara me sugiere: “Cayeron las cortinas como rejas, como piezas de puzzle”. Te miro, insisto, y me imagino a mí misma..mirándote. Me pregunto cuánto de mí hay en nosotros. Entre nosotros, separándonos.
Hoy estás. Ayer estabas...¿te acuerdas?. Me tienes pero no consigo entendernos, porque no consigo...No deberíamos ser pero somos. Veo tantos imposibles, y sin embargo es. “Es”: suena a trozo de palabra, a parte de foto, a principio de cuento. Huele a ti.
Mañana no importa, no quiero hablar de mañana. Pensemos una vez más en ayer. Me abres, y cuando lo haces pienso que ojalá pudieras hacértelo a ti. Me agarras. Te agarras. ¿A qué?. Te observo y mi mirada te hace perfecto. Te enamora saberte así. Eso no lo sabes. Me libero de ti y me entrego. Entera. Nueva. Imperfecta yo. Ya vivida antes y distinta cada vez. Sola...no pareces darte cuenta.
Abres la caja. Esparces el juego. Enfrentas las piezas.
posted by Andreilla at
2:59 PM
3 Comments:
Andrea, me sigues sorprendiendo cinco meses después de escuchar tus primeros textos. ¡Gracias por tener tanto que contar y con tantas ganas!
¡Has vuelto al mundo-blog, Leti!. O mejor dicho:¡sigues ahí!.Gracias por los ánimos...¿Y tú?. ¿Nuevo año, nuevos textos?. Un abrazo!.
Es lo que tienen los puzzles. Una vez que has conseguido resolverlos, puedes volver a desarmarlos y a armarlos y a desarmarlos… y no lo puedes parar. Esto es hoy. Y también antes. Mañana es sólo una consecuencia de todo lo anterior.
Nabrazo, chica! estaré en mi blog, justo al otro lado. Esto es ayer y será antes.
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