PRIMERAS VECES

Quería tragármela entera. Quería ser inolvidable

( Sibylline - Primeras Veces- )

Prometí que sería tu mejor amiga.

Dijiste que lo compartiríamos todo.

Era la edad de las expectativas: conocerías chicos, te los follarías. Elegiste uno. Debía ser así. Luego, para hacerlo de verdad, me llamaste y pronunciaste las palabras en voz alta: Lo he encontrado. Cambiaré con él. Seré otra.

Entonces lo miré por primera vez. Le invité cenar. Muchas veces, las que hicieron falta. Me llevó a su casa y le hablé de ti. Le dije todas esas cosas que no se deben decir.

Compadezco a las chicas que no disfrutan chupándola. Compadezco a las que no pueden hablar mientras abren la bragueta, a las que no dejan pasar el tiempo mientras se sientan en el suelo y se alisan la falda. Tiempo entre el suelo y la mano, luego entre la mano y la apertura de la boca.

Tiempo en la boca.

Inventé todas las historias que conté aquella noche. Describí nuestros encuentros previos hasta que él también los creyó. Soy buena en eso. Le convencí para que me hiciera cosas que no quería hacer, mientras yo me quejaba. Le convencí hasta que tuvo que obligarme. Me bajé las bragas, me di la vuelta.

Tiempo.

Es ridículamente fácil hacerle creer a la gente que la idea ha sido suya.

Me pellizqué mientras me follaba, me mordí el labio hasta que sangró, me hice pis.

También me lo tragué todo y me giré sin limpiarme, para que pudiera verme así. Tienen que verte así para quererte mucho. Eso lo sé.

Tiempo.

Tiempo para que te enteraras, para que te doliera. Tiempo para recordarte tu promesa. Te perdono, dijiste.

También que serías mi mejor amiga.

Y yo añadí: Lo compartiremos todo.